Para tener éxito con el reciclaje es necesario que los residuos pasen por un proceso de selección y almacenamiento de los elementos en canecas plásticas para que puedan ser reutilizados, a este procedimiento se le denomina separación de la fuente.
La ventaja es que los residuos son clasificados y depositados en las canecas para reciclar desde el mismo sitio que son producidos, ya sea en la casa, la oficina, el colegio o en el sector del comercio; evitando que se contaminen o pierdan ciertas cualidades químicas y físicas.
Así mismo se disminuye considerablemente el volumen de los desechos que son acumulados en las canecas para basura que generalmente son transportados a los vertederos o rellenos sanitarios.
La labor a realizar es asignar canecas de reciclaje por colores para distribuir o separar los residuos en cuatro categorías: orgánicos, inorgánicos, aprovechables y no aprovechables.
Los orgánicos son aquellos productos que se desintegran naturalmente al ser colocados en canecas, un ejemplo de ellos son los restos de las frutas o comida; los inorgánicos son elementos no biodegradables o su descomposición es lenta, pese a que sus compuestos en su mayoría son de origen silvestre.
Los residuos aprovechables se pueden utilizar nuevamente como materias primas para la producción de otros productos, por el contrario los no aprovechables por sus propiedades químicas no son útiles para fabricación de otros artículos.
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